"Tu vision devendra mas clara solamente cuando mires dentro de tu corazon... Aquel que mira afuera, suena. Quien mira en su interior, despierta."
Carl Gustav Jung.
Creo fielmente que estamos hechos de energía y que esta energía es conducida por nuestras ideas, por lo cual me atrevo a afirmar que somos esas mismas ideas... También creo que el amor es la fuerza que nos mueve, esa chispa que nos enciende y nos mantiene vivos. Pero si las ideas que dominan nuestra vida están en contra de esa fuerza, entonces que nos queda para movernos, para fluir, para ser?
Nos queda la confusión, la duda, el tedio o peor aún, la falta de esperanza... La vida es una escuela en constante cambio que nos ofrece retos que nos ponen a prueba día a día, los cuales, tiene como finalidad transformarnos, transformar nuestra energía y por ende nuestras ideas, pero vamos, debemos reconocer que algunas situaciones y experiencias pueden ser realmente devastadoras para algunos y aunque el objetivo sea sublime, depende de como veamos el vaso, lleno, o medio vacío, para sentir esa transformación muy cuesta arriba, rindiéndonos antes de siquiera intentarlo...
Con la mirada clara ante el paisaje de la vida en conjunto sé que es más común quedarnos en medio del camino, en medio del viaje, en el medio de este mar de experiencias, sin poder ver la otra orilla, quietecitos, con miedo, bloqueando el dolor y prefiriendo ser indiferentes con lo que sentimos, con nuestro dolor... Es más común de lo que imaginas, más cómodo, más alentador, aunque momentáneo, pero sobre todo, menos doloroso... Porque en medio de todos esos sentimientos encontrados que las situaciones no resueltas, no habladas, no lloradas, no superadas, hay un sentir profundo al que le negamos la libertad, la curación... Porque usando ese disfraz de satisfacción y esa sonrisa pudiente vamos por la vida, dejando pasar lo importante, alimentando ideas que son de otros y reconociendo el amor como una debilidad en lugar de una fuerza regeneradora. Porque preferimos ocuparnos de aquello que se ve, maquillándolo y olvidando por conveniencia, lo trascendental, lo sublime, la libertad misma... Eso es más fácil que ver al dolor a la cara, que sentir la devastación correr por tus venas, que navegar en la tormenta, que seguir navegando aunque no veamos la otra orilla, es mejor preferir creer que no esta, no hacernos ilusiones, para no hacernos más daño, para protegernos... Pero todo es simple de lo que crees. Esa energía de la que hablamos, ese combustible, es el amor mismo, eres tu mismo, es tu naturaleza, no puedes negarte a ella, evadirla o alejarla, se quedara frente a ti, mostrándose en todo su esplendor... Hasta que la elijas, hasta que la sientes, hasta que te cures, hasta que te transformes... Sé que es difícil enfrentar el dolor de la ausencia, la injusticia, las ilusiones rotas, el abandono,el rechazo, la soledad, pero léeme y léeme bien... Aunque tengas mucho tiempo perdido en medio de esta tormenta y aunque creas que nunca llegaras a ver la tan anhelada otra orilla, y mucho menos poner tus pies sobre la arena mojada, disfrutando del sonido de las olas, las palmeras verdes, el aire suave, con el atardecer más extraordinario y hermoso que el cielo te haya regalado antes, la isla esta frente a tus ojos... Ábrelos, la tormenta se disipará... Mira hacia atrás, vive aquello que te has negado a vivir, llora tus desilusiones, tus heridas, tus muertos, llora todo lo que tengas que llorar, permítele a tu cuerpo trascender el dolor y perdona a quien te lastimo, pero no por ellos, sino por ti... para curarte, para que estes en la otra orilla. Atrévete, anímate, sé valiente y transforma tu viaje por este sendero en aquello que proyecte tu felicidad de adentro hacia afuera... Decide ser y dar amor.
"Bienaventurado el que sabe que compartir un dolor es dividirlo y compartir una alegria es multiplicarla"
Facundo Cabral
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